Desperté con un tono alto de desubicación, no sabía la hora, si era un nuevo día o que tan alto era el nivel de cansancio. El sol estaba de chismoso asomándose por mi ventana, desconozco si para burlarse de mi por la desorientación o por darme unos rayos para alegrarme de tan asqueroso Martes.
Después de darme unos minutos para asimilar los sucesos de hoy, tomé mi celular para ver la hora pues siempre he tenido la necesidad de saber cuánto tiempo me desconecto. El reloj marcaba las 7:06 P.m. me aliviano como un té de manzanilla. Me levanté de la cama e inmediatamente me dirigí al baño, ya saben... el organismo manda... al terminar de ejecutar una grandiosa cascada de 1 minuto proseguí mi camino, esta vez opté por ir a la planta baja para poder encontrarme en la cocina algo místico y por supuesto, el platillo favorito del Fog. Un pescado cocinado a fuego lento, a lado de este un espeso puré de papa con color amarillo claro y para concluir una justa porción de vegetales - Brócoli, calabaza y zanahoria- Me generó un enorme apetito. 10 minutos bastaron para desparecer todo eso. Se hubiera cerrado perfectamente con un cigarrillo pero sólo fumo una vez a la semana y ya he fumado el único cigarro que debo. Me quedo pensando que será de mi futuro, si mi inútil existencia dará frutos....
