Hola, ahora son las 11:16 P.m.
Después de esto, nos dirigimos a un bar en San Cristobal, "Iguanas Bar", ahí comenzamos lo que sería la parte del desmadre que dejé.
Comenzamos a beber mucha chela en el bar, recuerdos conversaciones acerca de la chica que me gusta, las pendejadas que hemos hecho y mucha risa con mis hermanos. Llegó un punto donde pestañee y aparecimos en otro bar a recoger a un camarada de mi hermano. Confirmó que pondría la casa para seguírnosla. Llegamos a su humilde hogar y antes de comenzar, había un viejito acostado en una colchoneta. Era su papá del amigo de mi hermano. De pronto me dió la orden de que lo parara. Accedí y, de la nada se puso a beber con nosotros. Al pestañear, noté que estaba en una especie de sótano o al menos eso creía. Mi camarada se estaba ahogando con el vómito, me estaba desesperando por lo que pregunté a Don Ros por el baño. Me señaló una puerta y en corto lo llevé. La puerta estaba atorada y mi amigo se estaba ahogando. En mi desesperación decidí romper el vidrion de la puerta para poder abrirla del otro lado. Metí a mi amigo, le pegué y ¡Pum! Toda la cascada de vómito salió, fue un profundo alivio para mí. Pero como consecuencia, empecé a sangrar muy cabrón de mi mano, pues a la hora de golpear el vidrio se incrustaron bastantes pedazos de este mismo. De ahí sólo recuerdo perder mucha sangre, seguir bebiendo, llorar con mi carnal, limpiarme la herida y vomitar un poco. A la mañana siguiente recordé pocas cosas debido a que la cruda me mataba, una semana después (Hoy) han vuelto más recuerdos a mí, de que, ha sido uno de los mejores cumpleaños hasta ahorita y seguramente, habrá anécdotas para mis nietos (Si es que llego a tener).
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